Historia de la cruz.
"Estamos de tal manera habituados a ver la cruz y a Cristo crucificado en ella que nos resulta difícil percatarnos de la trágica realidad oculta tras la imagen del crucifijo. Se usa incluso como un adorno de oro o plata para lucir en el cuello. La hemos convertido con justa razón en símbolo del cristianismo y queremos ver al Crucificado en los tribunales, en las aulas escolásticas, en las tumbas de los difuntos y hasta en las cimas de los montes, como símbolo de la fe cristiana y del triunfo en la lucha contra la muerte y las potencias del mal. ¿Pero qué hay detrás de ese símbolo? Queremos pues preguntarnos qué era la cruz en el mundo antiguo y qué representó para Jesús la crucifixión y la muerte en la cruz. También deseamos ver de qué manera este símbolo de la mayor infamia pasó a representar la victoria y cuál fue el precio de la superación del “escándalo”, de la “locura” de la cruz.
En realidad, sin examinar a fondo el significado que tenía en el mundo antiguo la condena a morir crucificado, hoy en día no lograríamos comprender el carácter del “escándalo” de los hebreos cuando escuchaban hablar del “mesías crucificado” ni el “rechazo” de los paganos al oír a San Pablo anunciar que Jesús, el Hijo de Dios, había sido condenado para la salvación de todos los hombres “a morir en la forma más infamante: en la cruz” (ad mortem turpissimam crucis) (Orígenes, Comentario sobre Mt 27, 22 ss).
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Pregunta: "¿Qué quiso decir Jesús cuando dijo:" Toma tu cruz y sígame "(Mateo 16:24, Marcos 8:34 y Lucas 9:23)?"
Respuesta:
Vamos a comenzar con lo que no quería decir Jesús.
Muchas personas interpretan "cruz" como parte de la carga que deben llevar en su vida: una relación tensa, un trabajo ingrato, una enfermedad física. Con el orgullo de autocompasión, dicen, "Esa es mi cruz que tengo que llevar." Tal interpretación no es lo que Jesús quiso decir cuando dijo: "Toma tu cruz y sígame."Cuando Jesús llevó su cruz hasta el Gólgota para ser crucificado, nadie pensaba en la cruz como un símbolo de una carga a transportar.
Para una persona en el siglo primero, la cruz significaba una cosa y sólo una cosa: la muerte de la más dolorosa y humillante significado que seres humanos podrían desarrollar.
Dos mil años más tarde, los cristianos ven la cruz como un símbolo preciado de la expiación, el perdón, la gracia y el amor. Pero en tiempos de Jesús, la cruz más que tortuosa muerte representaba. Debido a que los romanos se vieron obligados a criminales convictos que llevar sus propias cruces al lugar de la crucifixión, con una cruz significaba llevar su propio dispositivo de ejecución, mientras que frente al ridículo en el camino a la muerte.
Por lo tanto, "Toma tu cruz y sígueme"significa estar dispuesto a morir para seguir a Jesús. Esto se llama "morir a sí mismo." Es una llamada a la entrega absoluta. Después de que cada vez que Jesús mandó a llevar la cruz, Él dijo: "Porque el que quiera salvar su vida la perderá, pero quien pierda su vida por mí, la salvará.¿De qué sirve al hombre ganar todo el mundo, y pierde o se destruye a sí mismo? "(Lucas 9:24-25).Aunque la convocatoria es difícil, la recompensa es inigualable. Dondequiera que Jesús iba, él atrajo a una multitud. Aunque estas multitudes a menudo le seguían como Mesías, su visión de que el Mesías realmente era-y lo que iba a hacer-se distorsiona. Pensaban que el Cristo había de marcar el comienzo del reino restaurado. Creían que Él los liberaría de la regla opresiva de sus ocupantes romanos.
Incluso el propio círculo íntimo de Cristo de los discípulos pensó que el reino iba a venir pronto (Lucas 19:11). Cuando Jesús comenzó a enseñar que Él iba a morir a manos de los líderes judíos y sus amos gentiles (Lucas 9:22), su popularidad se hundió. Muchos de los seguidores sorprendidos lo rechazaron. En verdad, ellos no fueron capaces de dar muerte a sus propias ideas, planes y deseos, y cambiarlas por las suyas.
Seguir a Jesús es fácil cuando la vida se ejecuta sin problemas, nuestro verdadero compromiso con Él se revela durante los ensayos. Jesús nos que los juicios lleguen a sus seguidores (aseguróJuan 16:33). El discipulado exige sacrificio, y Jesús nunca ocultó ese costo. En Lucas 9:57-62, tres personas parecían dispuestos a seguir a Jesús. Cuando Jesús les preguntó más, su compromiso era a medias en el mejor. Se olvidaron de contar el costo de seguirlo. Ninguno estaba dispuesto a tomar su cruz y crucificar en ella sus propios intereses.
Por lo tanto, Jesús se apareció a disuadirlos. Qué diferente de la típica presentación del Evangelio! ¿Cuántas personas responderían a un llamado al altar que fue, "Venid en pos de Jesús, y usted puede hacer frente a la pérdida de los amigos, la familia, la reputación, la carrera, y posiblemente incluso su vida" ?El número de falsos conversos probablemente disminuirá! Esta llamada es lo que Jesús quiso decir cuando dijo: "Toma tu cruz y sígame."Si usted se pregunta si usted está listo para tomar su cruz, considere las siguientes preguntas:
Vamos a comenzar con lo que no quería decir Jesús.
Muchas personas interpretan "cruz" como parte de la carga que deben llevar en su vida: una relación tensa, un trabajo ingrato, una enfermedad física. Con el orgullo de autocompasión, dicen, "Esa es mi cruz que tengo que llevar." Tal interpretación no es lo que Jesús quiso decir cuando dijo: "Toma tu cruz y sígame."Cuando Jesús llevó su cruz hasta el Gólgota para ser crucificado, nadie pensaba en la cruz como un símbolo de una carga a transportar.
Para una persona en el siglo primero, la cruz significaba una cosa y sólo una cosa: la muerte de la más dolorosa y humillante significado que seres humanos podrían desarrollar.
Dos mil años más tarde, los cristianos ven la cruz como un símbolo preciado de la expiación, el perdón, la gracia y el amor. Pero en tiempos de Jesús, la cruz más que tortuosa muerte representaba. Debido a que los romanos se vieron obligados a criminales convictos que llevar sus propias cruces al lugar de la crucifixión, con una cruz significaba llevar su propio dispositivo de ejecución, mientras que frente al ridículo en el camino a la muerte.
Por lo tanto, "Toma tu cruz y sígueme"significa estar dispuesto a morir para seguir a Jesús. Esto se llama "morir a sí mismo." Es una llamada a la entrega absoluta. Después de que cada vez que Jesús mandó a llevar la cruz, Él dijo: "Porque el que quiera salvar su vida la perderá, pero quien pierda su vida por mí, la salvará.¿De qué sirve al hombre ganar todo el mundo, y pierde o se destruye a sí mismo? "(Lucas 9:24-25).Aunque la convocatoria es difícil, la recompensa es inigualable. Dondequiera que Jesús iba, él atrajo a una multitud. Aunque estas multitudes a menudo le seguían como Mesías, su visión de que el Mesías realmente era-y lo que iba a hacer-se distorsiona. Pensaban que el Cristo había de marcar el comienzo del reino restaurado. Creían que Él los liberaría de la regla opresiva de sus ocupantes romanos.
Incluso el propio círculo íntimo de Cristo de los discípulos pensó que el reino iba a venir pronto (Lucas 19:11). Cuando Jesús comenzó a enseñar que Él iba a morir a manos de los líderes judíos y sus amos gentiles (Lucas 9:22), su popularidad se hundió. Muchos de los seguidores sorprendidos lo rechazaron. En verdad, ellos no fueron capaces de dar muerte a sus propias ideas, planes y deseos, y cambiarlas por las suyas.
Seguir a Jesús es fácil cuando la vida se ejecuta sin problemas, nuestro verdadero compromiso con Él se revela durante los ensayos. Jesús nos que los juicios lleguen a sus seguidores (aseguróJuan 16:33). El discipulado exige sacrificio, y Jesús nunca ocultó ese costo. En Lucas 9:57-62, tres personas parecían dispuestos a seguir a Jesús. Cuando Jesús les preguntó más, su compromiso era a medias en el mejor. Se olvidaron de contar el costo de seguirlo. Ninguno estaba dispuesto a tomar su cruz y crucificar en ella sus propios intereses.
Por lo tanto, Jesús se apareció a disuadirlos. Qué diferente de la típica presentación del Evangelio! ¿Cuántas personas responderían a un llamado al altar que fue, "Venid en pos de Jesús, y usted puede hacer frente a la pérdida de los amigos, la familia, la reputación, la carrera, y posiblemente incluso su vida" ?El número de falsos conversos probablemente disminuirá! Esta llamada es lo que Jesús quiso decir cuando dijo: "Toma tu cruz y sígame."Si usted se pregunta si usted está listo para tomar su cruz, considere las siguientes preguntas:
• ¿Está dispuesto a seguir a Jesús si eso significa perder algo de sus amigos más cercanos?
• ¿Está dispuesto a seguir a Jesús si eso significa alienación de su familia?
• ¿Está dispuesto a seguir a Jesús si esto significa la pérdida de su reputación?
• ¿Está dispuesto a seguir a Jesús si eso significa perder su trabajo?
• ¿Está dispuesto a seguir a Jesús si eso significa perder la vida?
En algunos lugares del mundo, estas consecuencias son la realidad.
Pero nótese que las preguntas están redactadas, "¿Está usted dispuesto?" Seguir a Jesús no significa necesariamente que todas estas cosas te va a pasar, pero está dispuesto a tomar su cruz? Si llega un punto en su vida donde usted se enfrenta con una elección-Jesús o las comodidades de esta vida que-va a elegir. Compromiso con Cristo significa tomar la cruz cada día, renunciar a sus esperanzas, sueños, posesiones, incluso su propia vida si es necesario por la causa de Cristo.
Sólo si usted voluntariamente toma su cruz puede usted ser llamado Su discípulo (Lucas 14:27). La recompensa vale la pena por el precio a pagar. Jesús siguió su llamado de muerte a sí mismo ("Toma tu cruz y sígueme") con el don de la vida en Cristo: "Porque el que quiera salvar su vida la perderá, pero quien pierda su vida por mí, la encontrará" (Mateo 16:25-26).
FUENTE: http://www.gotquestions.org/take-up-your-cross.html
NEGARSE A SÍ MISMO. Estudio.
A- EL YO:
"Quién eres será con certeza una de las cosas que más te preocupen en la vida. Y, más concretamente, saber que eres. Creemos ser algo —independientemente de lo que sea ese algo— que definimos como “yo”. Así, cuando alguien hace algo podemos alagarle o reprenderle, pero sabiendo que nos dirigimos a un “yo” distinto al nuestro; siendo conscientes de que lo que es responsable de lo que ha hecho porque es.
Pero, como ya hemos hablado en otras ocasiones, ese “yo” probablemente no sea más que una ficción. Y aun admitiendo que no lo sea —es decir, suponiendo que sea una entidad tal que podamos definirla sin problemas como un “yo”—, lo cierto es que «el significado de quién soy yo no está sólo en mi cabeza». Resulta que «mi proyecto ético emana de un universo de hechos sociales. En la medida en que mi identidad es una forma social —producto de las concepciones sociales y del trato que recibo de los demás—, un cambio en el estereotipo normativo cambia quién soy yo».
"Estas palabras, escritas por Kwame Anthony Appiah en su libro Ética de la identidad, ponen de manifiesto lo endeble de eso que somos, porque es difícil admitir que no somos algo. Incluso aquellos que lo pretendan defender actuaran como si no fuera cierto. El asunto es que yo soy fruto de un entramado social, de una forma grupal de ver el mundo. Si cambia esa visión, ese “estereotipo normativo” también cambiaré yo. Y esto sí que es más doloroso de asumir.
"Defender la inexistencia del yo lo podemos ver como una boutade. Vale que estamos en continuo cambio (o no), que determinadas circunstancias nos guiarán por un camino u otro (o no), etc., pero yo soy el que elegiré ese camino, yo seré el que cambie, y si alguien me obliga a hacer algo será a mí al que obligue, y lo hará desde fuera. Y si no me obliga nadie, seré yo el responsable… ¿Pero cómo aceptar que soy tan volátil que si cambia lo que me rodea cambiaré?
"No nos engañemos, es una afirmación diferente a la manida “el mundo me ha hecho así”. Porque esto significa que soy de una determinada forma y lo seguiré siendo. Que esa formación del yo no se debe a mi persona sino, por completo, al entorno, a la sociedad, pero es así como soy.
"Lo que asegura Appiah, por el contrario, es que soy; que además soy responsable; pero que no sólo soy yo, como un ente aislado, sino que mi identidad es una forma social fruto de un estereotipo dominante; y que si cambia éste, también cambiará mi yo. Así que tendríamos que corregir la frase entrecomillada anterior por un “el mundo me está haciendo así”. Esta visión del yo como proceso, claro, es lo contrario a lo que se entiende por tal, ya que se considera como algo más o menos inmutable. Es por todos conocida la frase de que las personas nunca cambian. Así que asumirla es demasiado costoso.
FUENTE: ¿Quién eres?
"Los pecados capitales que nos acosan.
"Ya sean veniales o mortales, perdonables o condenables, son los pecados que existieron y aún existen en la actualidad, de los cuales estamos expuestos y de la misma manera depende de nosotros lidiarlos y evitarlos para tener una mejor vida con nosotros y nuestros semejantes.
"Comenzaremos con la lujuria, cuando lo sexual vinculado con lo carnal se vuelve lo más importante, cuando los pensamientos solo giran en torno al sexo. Hay muchas influencias publicitarias que nos invaden, la tecnología aporta a que más rápido estemos contaminados de esta adicción, por lo que es bueno discernir que el sexo es bueno y saludable sin convertirlo en un vicio.
"Con la gula, debemos entender que no solo es sinónimo de ansias de comer o beber demasiado, también todo lo que represente exceso, en el momento que las borracheras o cuando se ingiere substancias toxicas para nuestro organismo estamos cayendo en este pecado, muchos personas ya han caído en este comportamiento dañino para su salud, lo importante es disfrutar de lo que consumimos, sentirnos satisfechos, no hastiados.
"Todas las anteriores son por exceso, en parte la avaricia, pero sobre todo se cae en este pecado cuando se quiere atesorar las cosas como de lugar, no importa a los que se tenga que recurrir, a veces la consecuencia de la avaricia, conlleva a la traición y la violencia. Hay que ganarse las cosas limpiamente, con el esfuerzo y el trabajo, no es justo ver morir a tanta gente, por arrebatarles algo material. Hay que saber apreciar lo que nos ganamos y respetar lo que con esfuerzo han conseguido los demás.
"Dicen que la pereza es la madre de todos los vicios, y en verdad de ella se desencadena muchos más, cuando no eres activo, tu mente y cuerpo está ocupado en algo productivo, seguro que comienzan aparecer pensamientos negativos que dañan tu ser, y te empobrecen material y espiritualmente. Hay una frase que dice “Al que madruga, Dios le ayuda”, pues aprovechas cada segundo de tu tiempo y con tu grano de arena que aportas hace que no solo tu crezcas sino a toda la sociedad donde te desenvuelves.
"Hay que tomar las cosas con calma, saber controlarse ante la Ira, en un mundo actual tan estresado es casi imposible ser tolerante y paciente, pero es lo más necesario para sentirte bien, es muy difícil, sobre todo cuando has sido víctima de injurias, calumnias y mentiras, la necesidad de vengarte es inmediata, pero no podemos actuar como la ley del talión “ojo por ojo, diente por diente”, somos humanos e imperfectos, y nos puede llegar nuestro turno.
"El mal de la sociedad moderna es la envidia, pues no se valora lo que somos en su totalidad, siempre se piensa que falta algo que fulanit@ si lo tiene, y desean todo el mal, hay personas que inclusive que recurren a brujerías y otros medios para hacer daño y creer que se sienten felices, pero esa sensación no es perdurable pues todos nos miramos en un espejo y vemos la realidad tal como es, no podemos engañarnos a nosotros mismos.
"Por ultimo querid@s amig@s, hay que ser agradecidos primero por Dios y luego por lo que están con nosotros , ya sea nuestra familia, amigos, compañeros etc., por todo lo que diariamente recibimos, ser humildes y apreciar cada detalle que nos regala la vida, y no caer en el peor de los pecados capitales como es la soberbia, pues todos somos importantes y necesarios en este mundo, y creerse que estamos por encima de Dios , no se puede caer en esta gran vanidad y ser prepotente , tan solo por el hecho de estar en un cargo superior, ser jefe, ser famoso , ser presidente de una nación, y actuar con arrogancia.
"Recuerda que los personajes inmortales de los cuales sacamos enseñanzas provechosas fueron los que aun siendo cabezas, jefes, tuvieron la humildad, sencillez, de escuchar, reflexionar y sacar una idea en base a las experiencias y vivencias de todo su pueblo.
"Como decía un amigo no podemos vivir con la "dedocracia" (acusando), y no creas que por pedir perdón te hace inferior al contrario te hace un ser superior ante los ojos de todos lo que te observamos.
"ENCUESTA: De los siete pecados capitales: lujuria, gula, avaricia, pereza, ira, envidia y soberbia, para ti, cual consideras que es el peor, y el más dañino para ti y toda tu familia".
Pero nótese que las preguntas están redactadas, "¿Está usted dispuesto?" Seguir a Jesús no significa necesariamente que todas estas cosas te va a pasar, pero está dispuesto a tomar su cruz? Si llega un punto en su vida donde usted se enfrenta con una elección-Jesús o las comodidades de esta vida que-va a elegir. Compromiso con Cristo significa tomar la cruz cada día, renunciar a sus esperanzas, sueños, posesiones, incluso su propia vida si es necesario por la causa de Cristo.
Sólo si usted voluntariamente toma su cruz puede usted ser llamado Su discípulo (Lucas 14:27). La recompensa vale la pena por el precio a pagar. Jesús siguió su llamado de muerte a sí mismo ("Toma tu cruz y sígueme") con el don de la vida en Cristo: "Porque el que quiera salvar su vida la perderá, pero quien pierda su vida por mí, la encontrará" (Mateo 16:25-26).
FUENTE: http://www.gotquestions.org/take-up-your-cross.html
NEGARSE A SÍ MISMO. Estudio.
A- EL YO:
"Quién eres será con certeza una de las cosas que más te preocupen en la vida. Y, más concretamente, saber que eres. Creemos ser algo —independientemente de lo que sea ese algo— que definimos como “yo”. Así, cuando alguien hace algo podemos alagarle o reprenderle, pero sabiendo que nos dirigimos a un “yo” distinto al nuestro; siendo conscientes de que lo que es responsable de lo que ha hecho porque es.
Pero, como ya hemos hablado en otras ocasiones, ese “yo” probablemente no sea más que una ficción. Y aun admitiendo que no lo sea —es decir, suponiendo que sea una entidad tal que podamos definirla sin problemas como un “yo”—, lo cierto es que «el significado de quién soy yo no está sólo en mi cabeza». Resulta que «mi proyecto ético emana de un universo de hechos sociales. En la medida en que mi identidad es una forma social —producto de las concepciones sociales y del trato que recibo de los demás—, un cambio en el estereotipo normativo cambia quién soy yo».
"Estas palabras, escritas por Kwame Anthony Appiah en su libro Ética de la identidad, ponen de manifiesto lo endeble de eso que somos, porque es difícil admitir que no somos algo. Incluso aquellos que lo pretendan defender actuaran como si no fuera cierto. El asunto es que yo soy fruto de un entramado social, de una forma grupal de ver el mundo. Si cambia esa visión, ese “estereotipo normativo” también cambiaré yo. Y esto sí que es más doloroso de asumir.
"Defender la inexistencia del yo lo podemos ver como una boutade. Vale que estamos en continuo cambio (o no), que determinadas circunstancias nos guiarán por un camino u otro (o no), etc., pero yo soy el que elegiré ese camino, yo seré el que cambie, y si alguien me obliga a hacer algo será a mí al que obligue, y lo hará desde fuera. Y si no me obliga nadie, seré yo el responsable… ¿Pero cómo aceptar que soy tan volátil que si cambia lo que me rodea cambiaré?
"No nos engañemos, es una afirmación diferente a la manida “el mundo me ha hecho así”. Porque esto significa que soy de una determinada forma y lo seguiré siendo. Que esa formación del yo no se debe a mi persona sino, por completo, al entorno, a la sociedad, pero es así como soy.
"Lo que asegura Appiah, por el contrario, es que soy; que además soy responsable; pero que no sólo soy yo, como un ente aislado, sino que mi identidad es una forma social fruto de un estereotipo dominante; y que si cambia éste, también cambiará mi yo. Así que tendríamos que corregir la frase entrecomillada anterior por un “el mundo me está haciendo así”. Esta visión del yo como proceso, claro, es lo contrario a lo que se entiende por tal, ya que se considera como algo más o menos inmutable. Es por todos conocida la frase de que las personas nunca cambian. Así que asumirla es demasiado costoso.
FUENTE: ¿Quién eres?
B- Análisis de los siete pecados capitales.
"Los pecados capitales que nos acosan.
"Ya sean veniales o mortales, perdonables o condenables, son los pecados que existieron y aún existen en la actualidad, de los cuales estamos expuestos y de la misma manera depende de nosotros lidiarlos y evitarlos para tener una mejor vida con nosotros y nuestros semejantes.
"Comenzaremos con la lujuria, cuando lo sexual vinculado con lo carnal se vuelve lo más importante, cuando los pensamientos solo giran en torno al sexo. Hay muchas influencias publicitarias que nos invaden, la tecnología aporta a que más rápido estemos contaminados de esta adicción, por lo que es bueno discernir que el sexo es bueno y saludable sin convertirlo en un vicio.
"Con la gula, debemos entender que no solo es sinónimo de ansias de comer o beber demasiado, también todo lo que represente exceso, en el momento que las borracheras o cuando se ingiere substancias toxicas para nuestro organismo estamos cayendo en este pecado, muchos personas ya han caído en este comportamiento dañino para su salud, lo importante es disfrutar de lo que consumimos, sentirnos satisfechos, no hastiados.
"Todas las anteriores son por exceso, en parte la avaricia, pero sobre todo se cae en este pecado cuando se quiere atesorar las cosas como de lugar, no importa a los que se tenga que recurrir, a veces la consecuencia de la avaricia, conlleva a la traición y la violencia. Hay que ganarse las cosas limpiamente, con el esfuerzo y el trabajo, no es justo ver morir a tanta gente, por arrebatarles algo material. Hay que saber apreciar lo que nos ganamos y respetar lo que con esfuerzo han conseguido los demás.
"Dicen que la pereza es la madre de todos los vicios, y en verdad de ella se desencadena muchos más, cuando no eres activo, tu mente y cuerpo está ocupado en algo productivo, seguro que comienzan aparecer pensamientos negativos que dañan tu ser, y te empobrecen material y espiritualmente. Hay una frase que dice “Al que madruga, Dios le ayuda”, pues aprovechas cada segundo de tu tiempo y con tu grano de arena que aportas hace que no solo tu crezcas sino a toda la sociedad donde te desenvuelves.
"Hay que tomar las cosas con calma, saber controlarse ante la Ira, en un mundo actual tan estresado es casi imposible ser tolerante y paciente, pero es lo más necesario para sentirte bien, es muy difícil, sobre todo cuando has sido víctima de injurias, calumnias y mentiras, la necesidad de vengarte es inmediata, pero no podemos actuar como la ley del talión “ojo por ojo, diente por diente”, somos humanos e imperfectos, y nos puede llegar nuestro turno.
"El mal de la sociedad moderna es la envidia, pues no se valora lo que somos en su totalidad, siempre se piensa que falta algo que fulanit@ si lo tiene, y desean todo el mal, hay personas que inclusive que recurren a brujerías y otros medios para hacer daño y creer que se sienten felices, pero esa sensación no es perdurable pues todos nos miramos en un espejo y vemos la realidad tal como es, no podemos engañarnos a nosotros mismos.
"Por ultimo querid@s amig@s, hay que ser agradecidos primero por Dios y luego por lo que están con nosotros , ya sea nuestra familia, amigos, compañeros etc., por todo lo que diariamente recibimos, ser humildes y apreciar cada detalle que nos regala la vida, y no caer en el peor de los pecados capitales como es la soberbia, pues todos somos importantes y necesarios en este mundo, y creerse que estamos por encima de Dios , no se puede caer en esta gran vanidad y ser prepotente , tan solo por el hecho de estar en un cargo superior, ser jefe, ser famoso , ser presidente de una nación, y actuar con arrogancia.
"Recuerda que los personajes inmortales de los cuales sacamos enseñanzas provechosas fueron los que aun siendo cabezas, jefes, tuvieron la humildad, sencillez, de escuchar, reflexionar y sacar una idea en base a las experiencias y vivencias de todo su pueblo.
"Como decía un amigo no podemos vivir con la "dedocracia" (acusando), y no creas que por pedir perdón te hace inferior al contrario te hace un ser superior ante los ojos de todos lo que te observamos.
"ENCUESTA: De los siete pecados capitales: lujuria, gula, avaricia, pereza, ira, envidia y soberbia, para ti, cual consideras que es el peor, y el más dañino para ti y toda tu familia".
AYUDAS
FUENTE DE LA ILUSTRACION: http://sentirsefeliz.wordpress.com/2011/08/04/los-7-pecados-capitales/
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